Columnas de Opinión
Una propuesta de desarrollo para Chile a partir de la experiencia piloto de trazabilidad desarrollada en Codelco.
El Mercurio,Tribuna, Página 2A
Domingo 29 de abril de 2018
Mercados éticos, oportunidad para Chile
Óscar Landerretche: "... es un objetivo estratégico para el país, que debe ser abordado como política de Estado. Es una oportunidad para que Chile vuelva a liderar, a nivel global, como modelo de desarrollo emergente...".
En los últimos meses, Codelco ha lanzado la iniciativa Cobre Responsable, Sustentable y Trazable: un programa piloto para llegar a exportar cobre certificado en estándares de producción éticos.
El objetivo es comenzar progresivamente a certificar exportaciones de cobre en varias categorías: emisiones, agua, impacto territorial y comunitario, seguridad ocupacional, derechos humanos, igualdad de género, transparencia y trazabilidad de fondos. Para ello hemos firmado recientemente acuerdos con tres clientes: Mitsui de Japón (un trader de cobre), Nexans de Francia (un productor de bien intermedio, cable) y BMW de Alemania (un productor de bien final, autos). La misión es usar la importancia y peso de Codelco en el mercado del cobre así como el prestigio y experiencia de nuestros socios para generar un sistema externo, creíble y transparente de certificación ética.
El objetivo final es anticipar y adelantar el surgimiento de mercados de cobre descomoditizados con precios diferenciados (premios de mercado) según categorías certificadas.
Hay algunas de estas categorías en las cuales Codelco y la minería chilena ya están entre los mejores estándares mundiales. Un ejemplo a nivel de minería chilena es la seguridad y un ejemplo a nivel de Codelco es la transparencia y trazabilidad de fondos. En estos temas, Chile y Codelco han sido reconocidos a nivel global, e incluso han sido premiados a nivel internacional.
Pero hay otros temas en que nos falta, en que acarreamos pasivos históricos que se han ido solventando, pero donde persisten desafíos. Los temas ambientales y de igualdad de género son ejemplos de ello.
¿Por qué impulsar esta iniciativa entonces? Por eso mismo.
Chile ya no es un distrito minero "barato". Esto es resultado de la antigüedad de nuestros yacimientos; de la creciente escasez de insumos críticos como agua, energía y espacio, y también, del proceso de desarrollo que ha elevado nuestros costos laborales. Siempre van a poder ser más baratos los insumos en distritos mineros nuevos como Perú, Ecuador, Mongolia o Botsuana; es natural y esperable, los economistas lo llamamos rendimientos decrecientes.
Además, Chile es un país que ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo y aspira, por ende, a ciertos estándares ambientales, laborales, sociales y de calidad de vida que no le permiten ser "barato". Este problema se ha expresado política y económicamente en los últimos años en la minería, pero también en otros sectores. Se expresa en una suerte de quiebre dicotómico entre nuestro modelo de desarrollo económico y el tipo de país y democracia que queremos ser. Los ejemplos abundan y atraviesan todos los sectores productivos.
Chile ya no puede ser un país "barato", pero eso no significa que no podamos ser competitivos. Alemania no es un país barato, pero es hipercompetitivo.
Para eso tenemos enormes desafíos en productividad a los que está dedicada la industria minera completa y Codelco en particular, donde hemos logrado un alza de 29% de productividad laboral en los últimos cuatro años. Ese camino es inevitable y debe sostenerse.
Pero hay uno complementario: usar nuestro peso en la minería para apalancar y adelantar el surgimiento de mercados en que se pague y premien las características productivas que reflejan el tipo de país, sociedad y democracia que queremos ser. Usar nuestro peso para incentivar el surgimiento de "mercados éticos", en que la responsabilidad es parte de la propuesta de valor, no un gesto de caridad y, por ende, es creíble como parte inherente del modelo de desarrollo.
¿Pagarán los clientes precios diferenciados por categorías éticas?
Ya está ocurriendo así en sectores que van desde alimentos como los salmones, hasta minerales como los diamantes, el aluminio y el cobalto. Ya hay diferenciales de precios en esos mercados y sistemas de certificación. Compañías que van desde nuestros socios BMW, pasando por Apple hasta Boeing, ya tienen sistemas comprensivos de certificación ética de proveedores, que presentan como parte de su propuesta de valor. Esto va a ocurrir, la única pregunta es si queremos ser líderes o seguidores.
Mientras antes existan mercados éticos para nuestras exportaciones basadas en recursos naturales, habrá más posibilidades de resolver esta discrepancia entre nuestras vocaciones económicas y democráticas. Es un objetivo estratégico para Chile, que debe ser abordado como tal: como política de Estado. Además, es una oportunidad para que nuestro país vuelva a liderar, a nivel global, como modelo de desarrollo emergente. Codelco ha dado un primer paso.
El objetivo es comenzar progresivamente a certificar exportaciones de cobre en varias categorías: emisiones, agua, impacto territorial y comunitario, seguridad ocupacional, derechos humanos, igualdad de género, transparencia y trazabilidad de fondos. Para ello hemos firmado recientemente acuerdos con tres clientes: Mitsui de Japón (un trader de cobre), Nexans de Francia (un productor de bien intermedio, cable) y BMW de Alemania (un productor de bien final, autos). La misión es usar la importancia y peso de Codelco en el mercado del cobre así como el prestigio y experiencia de nuestros socios para generar un sistema externo, creíble y transparente de certificación ética.
El objetivo final es anticipar y adelantar el surgimiento de mercados de cobre descomoditizados con precios diferenciados (premios de mercado) según categorías certificadas.
Hay algunas de estas categorías en las cuales Codelco y la minería chilena ya están entre los mejores estándares mundiales. Un ejemplo a nivel de minería chilena es la seguridad y un ejemplo a nivel de Codelco es la transparencia y trazabilidad de fondos. En estos temas, Chile y Codelco han sido reconocidos a nivel global, e incluso han sido premiados a nivel internacional.
Pero hay otros temas en que nos falta, en que acarreamos pasivos históricos que se han ido solventando, pero donde persisten desafíos. Los temas ambientales y de igualdad de género son ejemplos de ello.
¿Por qué impulsar esta iniciativa entonces? Por eso mismo.
Chile ya no es un distrito minero "barato". Esto es resultado de la antigüedad de nuestros yacimientos; de la creciente escasez de insumos críticos como agua, energía y espacio, y también, del proceso de desarrollo que ha elevado nuestros costos laborales. Siempre van a poder ser más baratos los insumos en distritos mineros nuevos como Perú, Ecuador, Mongolia o Botsuana; es natural y esperable, los economistas lo llamamos rendimientos decrecientes.
Además, Chile es un país que ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo y aspira, por ende, a ciertos estándares ambientales, laborales, sociales y de calidad de vida que no le permiten ser "barato". Este problema se ha expresado política y económicamente en los últimos años en la minería, pero también en otros sectores. Se expresa en una suerte de quiebre dicotómico entre nuestro modelo de desarrollo económico y el tipo de país y democracia que queremos ser. Los ejemplos abundan y atraviesan todos los sectores productivos.
Chile ya no puede ser un país "barato", pero eso no significa que no podamos ser competitivos. Alemania no es un país barato, pero es hipercompetitivo.
Para eso tenemos enormes desafíos en productividad a los que está dedicada la industria minera completa y Codelco en particular, donde hemos logrado un alza de 29% de productividad laboral en los últimos cuatro años. Ese camino es inevitable y debe sostenerse.
Pero hay uno complementario: usar nuestro peso en la minería para apalancar y adelantar el surgimiento de mercados en que se pague y premien las características productivas que reflejan el tipo de país, sociedad y democracia que queremos ser. Usar nuestro peso para incentivar el surgimiento de "mercados éticos", en que la responsabilidad es parte de la propuesta de valor, no un gesto de caridad y, por ende, es creíble como parte inherente del modelo de desarrollo.
¿Pagarán los clientes precios diferenciados por categorías éticas?
Ya está ocurriendo así en sectores que van desde alimentos como los salmones, hasta minerales como los diamantes, el aluminio y el cobalto. Ya hay diferenciales de precios en esos mercados y sistemas de certificación. Compañías que van desde nuestros socios BMW, pasando por Apple hasta Boeing, ya tienen sistemas comprensivos de certificación ética de proveedores, que presentan como parte de su propuesta de valor. Esto va a ocurrir, la única pregunta es si queremos ser líderes o seguidores.
Mientras antes existan mercados éticos para nuestras exportaciones basadas en recursos naturales, habrá más posibilidades de resolver esta discrepancia entre nuestras vocaciones económicas y democráticas. Es un objetivo estratégico para Chile, que debe ser abordado como tal: como política de Estado. Además, es una oportunidad para que nuestro país vuelva a liderar, a nivel global, como modelo de desarrollo emergente. Codelco ha dado un primer paso.
Óscar Landerretche Moreno
Profesor Titular Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Chile. Sus áreas de investigación y especialización son economía política, economía laboral y macroeconomía. Ha ejercido diversos roles públicos entre los que destacan haber sido presidente del directorio de Codelco entre los años 2014 y 2018. Ha ejercido, también roles... Ver Más
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