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22 Enero, 2024

"Las lecciones de Solow"

A propósito de la muerte de Robert Solow, premio Nobel de Economía 1987, el académico del Decon, Humberto Martínez, revisa en esta columna publicada en El Mercurio, las "tres lecciones clave para la política pública en economías que aspiran alcanzar el mayor crecimiento económico posible".

El pasado 21 de diciembre falleció Robert Solow, uno de los macroeconomistas más importantes del siglo XX, y ganador del Premio Nobel de Economía en 1987 por importantes contribuciones a la teoría del crecimiento económico. Su artículo de investigación más conocido es, sin lugar a duda, “A Contribution to the Theory of Economic Growth” donde Bob, como era conocido en la academia, expone las bases del famoso Modelo de Solow.

Aunque han pasado más de 50 años desde que este modelo vio la luz en 1956, sigue siendo una pieza fundamental en las aulas universitarias y proporciona tres lecciones clave para la política pública en economías que aspiran alcanzar el mayor crecimiento económico posible.

La primera lección y el mensaje central del modelo es claro: el crecimiento del ingreso per cápita en el largo plazo depende exclusivamente de la tasa de crecimiento del progreso tecnológico. Lamentablemente, el crecimiento en Chile de la Productividad Total de los Factores (PTF), una medida de progreso tecnológico, se estancó en 2006, y más preocupante aún, se contrajo 1,4% entre 2021 y 2023. Este estancamiento se refleja en la desaceleración del crecimiento anual promedio del PIB per cápita chileno, que pasó de 4,8% entre 1990 y 2005 a 1,8% entre 2006 y 2022.  

La segunda lección destaca que hay un nivel óptimo de ahorro que maximiza el ingreso per cápita de largo plazo. Este nivel es teóricamente igual a la utilización de capital en la estructura productiva del país, la cual el Consejo Nacional de Evaluación y Productividad la estima por encima del 40% del PIB. Sin embargo, los datos de la OCDE indican que la tasa de ahorro chilena ha estado lejos de este valor desde 1996, alcanzando su punto más alto en 2006 (28% del PIB), y desde entonces disminuyendo a un 16% del PIB en 2022.

La última lección de Solow subraya que países comparables deberían alcanzar niveles de ingreso per cápita similares en el largo plazo. En este sentido, para que suceda esta convergencia, los países más pobres deben crecer relativamente más rápido. Esto fue así para Chile entre 1990 y 2013, periodo durante el cual el país experimentó un proceso de convergencia hacia los restantes países de la OCDE. Sin embargo, a partir de 2014, la historia es la opuesta, y Chile se está rezagando con respecto a estos mismos países.

Los modelos macroeconómicos sirven para señalar cuando una economía se desvía del camino. Sea la partida de Robert Solow una oportunidad para reflexionar y redoblar esfuerzos en fomentar el progreso tecnológico. La economía chilena lleva años con las alarmas encendidas, al final, dependerá de los policy makers tener la voluntad de internalizar estas lecciones y tener la creatividad para retomar el rumbo.

Fuente: El Mercurio, 21 de enero de 2024