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31 Agosto, 2022

Académicos Dante Contreras y Esteban Puentes opinan sobre empleo en La Segunda

"Fenómeno en Chile y el mundo: Economías se frenan, pero el desempleo no aumenta" es el artículo de la periodista Ximena Pérez Villamil publicado en La Segunda.

Cómo se explica y qué se prevé para 2023, cuando nuestra economía debiera contraerse, según cinco economistas.

Un fenómeno al que no estamos acostumbrados se observa en Chile, Estados Unidos y Europa: Las economías crecen poco, se desaceleran o se contraen, pero el desempleo se mantiene y no sube.

Si miramos el desempeño desestacionalizado del PIB nacional, el primer trimestre creció un modesto 0,8% y el segundo nada, fue cero, al compararlo con los tres meses inmediatamente anteriores. Y en la comparación interanual, creció 7,2% en el primero y 5,4% en el segundo. ¿Qué pasó con la desocupación? Se movió unas décimas: del 7,2% en enero al 7,8% en marzo y se quedó ahí. Solo el informe de hoy mostró un alza mínima.

“Cuando la economía crece menos, mucha gente se desalienta y deja de buscar trabajo, pensando que no va a encontrar, pero no aparece dentro de los desempleados”, explica Dante Contreras, profesor de Economía de la FEN, de la U. de Chile.

Son los llamados inactivos, que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) mide, pero no incluye dentro de la tasa de desocupados, que solo considera a los cesantes y los que intentan conseguir un empleo por primera vez.

Para Tomás Rau, director del Departamento de Economía de la UC, la tasa de desempleo puede ser engañosa justamente por los inactivos, no considerados entre los desocupados.

Si se desglosan los números del INE, las personas en Chile en edad de trabajar son 16 millones, de los cuales 8.838.000 son ocupados, es decir, tienen empleo; 749 mil son desocupados, y los inactivos 6.482.000.

Crece la informalidad

La otra causa que explica que no haya un alza en el desempleo es que frente a un panorama económico alicaído, las personas generan su propia fuente de trabajo. “Ahí entran personas con alto capital humano (educacional) que emprenden, y las de menor educación. Como no aparecen buscando empleo, porque se autogeneran uno, no entran en la tasa de desocupados”, agrega Contreras. Pueden partir en la informalidad y si el negocio prospera, pasar a ser formales o permanecer en la primera categoría. ?Basta con que tengas un periodo de menor crecimiento sostenido para que se empiece a notar este fenómeno”, apunta el economista de la FEN.

Por eso, Juan Bravo, director del Observatorio del Contexto Económico de la UDP, asegura que lo importante es observar la composición del empleo. “En Chile hay una costumbre de enfocarse solo en la tasa de desempleo como indicador principal y, si bien es socialmente relevante, no es la mejor cuando quiere medir el impacto del crecimiento económico en el mercado laboral”.

Y ejemplifica: el empleo formal creció un 8,2% al segundo trimestre y el informal un 14,8% en comparación a igual período del 2021. “Si bien crece el empleo asalariado con contrato, el informal lo hace mucho más”, explica. Los trabajadores informales en Chile son un 27,1% a junio versus el 26% del mismo mes del 2021.

“Hoy día la creación de empleos está paralizada”, afirma Bravo. Y se apoya en datos duros: entre abril y junio se crearon solo 3.992 trabajos formales versus 63.349 del primero.

Elisa Cabezón, experta en mercado laboral y pensiones de la plataforma Pivotes, también dice que hay otra variable a mirar más allá del desempleo. “Lo relevante es fijarse en la tasa de ocupación, que incluye a la gente en edad de trabajar y tiene empleo”.

“En la peor etapa de la pandemia, junio de 2020, llegó a un 45%. La buena noticia es que se fue recuperando y subió al 55% en marzo de este año, pero lo preocupante es que se quedó estancada. Y estamos por debajo del nivel prepandemia, cuando era un 58,6%”, puntualiza. Faltan 500 mil empleos por recuperar.

Lo que pasa en el mundo

¿Qué ha pasado en el mundo? En términos desestacionalizados, la economía de Estados Unidos cayó 0,2% el primer trimestre y 0,4%, el segundo, y a nivel interanual, creció 3,5% en el primero y 1,6% en el segundo. Mientras, el desempleo está pegado en 3,6%. “Cuando tienes una caída en la actividad, el empleo se mueve con un poco de rezago. Las empresas no llegan y despiden inmediatamente, porque está la expectativa de mejorar y hay costos de despido”, sostiene Rau de la UC.

“El Reino Unido tuvo un crecimiento escuálido (0,8% el primer trimestre y -0,1% el segundo, desestacionalizados), pero su economía no está detenida. España creció 1,1% y 0,2% y su tasa de desocupación se ha movido entre 12% y 13%. Hay que considerar que el crecimiento de la población en los países desarrollados es bajísimo, por lo tanto, ingresa menos gente al mercado laboral”, agrega Rau. Basta con que el PIB aumente, aunque sea poco, para que el desempleo baje un poco, estima.

Pronósticos para 2023

Los expertos coinciden en que este fenómeno en Chile va a cambiar. Para mal. “Veo difícil que la tasa de desempleo se mantenga, porque va de la mano del crecimiento de la economía”, afirma Esteban Puentes, profesor de economía laboral y estadísticas de la FEN. “La economía viene bajando su ritmo, vamos a caer en una recesión técnica (dos trimestres con caída del PIB)”. Pero como Chile crecerá entre 1,5% y 2,25% este año, según el Banco Central, Puentes afirma que “el desempleo va a un 8% o algo más a principios de 2023”. No cree que llegue a superar los dos dígitos.

Lo que tiene un componente político, a su juicio, porque existe una correlación entre la actividad económica y la aprobación de un gobierno. “Si la gente no tiene ingresos, por mucho que las causas puedan ser externas, las personas tienden a culpar al que está gobernando”, acota Puentes. Y la desaprobación sube.

Bravo reflexiona: “Lo que deberíamos ver en los próximos meses es una etapa de desaceleración en que empiece a ganar terreno el trabajo informal”. Para el 2023, cuando se proyecta una caída del PIB de un 0,5%, según el Banco Central, subirá el desempleo. “El alza será moderada, porque la contracción va a ser moderada. Nadie está pronosticando una recesión profunda como la del 2020, cuando la economía cayó un 6% y el desempleo llegó al 13,1% en el peak”. Cree que la desocupación llegará a un 8% o unas décimas sobre esa cifra.

Todos son cautos. Para Rau de la UC, si hay que hacer pronósticos el parámetro es lo ocurrido en la crisis subprime del 2009. “La economía chilena cayó 1,5% y el desempleo subió un 2,4%. Y la recesión que se está proyectando es más chica: un 0,5% el año que viene. El desempleo quizás podría subir un punto en 2023. Llegar a dos dígitos lo veo muy difícil”.

Fuente: La Segunda