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Ante el mandato del Ministerio de Hacienda, dos de nuestros académicos fueron convocados para integrar la Comisión del Salario Mínimo: Joseph Ramos y Raphael Bergoeing, y cuya finalidad es la de proponer medidas eficientes para un eventual aumento del salario mínimo y recomendar cuál debería ser el reajuste al mismo.

La Comisión la integran otros diez economistas, algunos nombrados por la agrupación de empresarios chilenos y otros por los sindicatos.

En palabras de Joseph Ramos, el rol de los doce integrantes es el de “proponer un aumento razonable en el salario mínimo que esté acorde a las necesidades de las personas y a la situación económica del país, sin perjudicar al empleo”.

“Actualmente el salario mínimo se encuentra en torno a los $165.000, pero según la línea de pobreza, para una familia de cuatro integrantes, el salario debería ser de unos $200.000”.
Adicionalmente, es necesario considerar que, como las empresas no están obligadas a contratar empleados, si se sube el salario, se corre el riesgo de que aumente el desempleo en el país, que es una consecuencia que no queremos.

Esta disyuntiva salario empleo puede, a juicio de Ramos, ser resuelta con la propuesta que hizo en su tiempo la Comisión de Trabajo y Equidad en 2007, donde se proponía que el Estado cubriera el porcentaje restante para alcanzar el nuevo sueldo mínimo propuesto.
Sin embargo, este planteamiento significaría un costo fiscal asociado. De ahí que sea tan importante hacer un estudio considerando variables como el crecimiento económico, la inflación y otros indicadores económicos.

Para Ramos, la mejor política sería la de introducir, gradualmente este aumento fiscal a aquellos que tienen carga familiar, es decir, a jefes o jefas de hogar y que, eventualmente, se pueda integrar a todos los chilenos que reciben como sueldo el salario mínimo.

Los resultados de la Comisión serán entregados al ejecutivo a inicios de junio, luego de lo cual se iniciarán las negociaciones entre Hacienda y los sindicatos de país.