Noticias
“Salario vital” de $630 mil: actores apuntan a gradualidad y a fortalecer poder negociador de los sindicatos
De “sueldo mínimo” a “salario vital”. Fue el cambio de concepto instalado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) durante la conmemoración del Día del Trabajador. Esto a partir de la propuesta surgida de que el monto ascienda de los $500 mil pesos que comenzarán a regir en julio próximo, a $630 mil pesos para finales del gobierno del Presidente Boric. David Acuña, presidente de la organización gremial, aseguró que “es cierto que ha habido avances, pero no son suficientes para cubrir las necesidades de la ciudadanía”.
Con la idea puesta sobre la mesa, las reacciones y opiniones al respecto no se han hecho esperar. Desde el Gobierno, el propio presidente Gabriel Boric recordó los esfuerzos realizados para subir el sueldo mínimo anterior de $350 mil pesos. “Nos pusimos como meta, y esta era parte de nuestro programa, el llegar a un salario mínimo de $500 mil pesos en los 4 años de Gobierno, y eso lo logramos”, destacó en conversación con la Asociación de Radiodifusores de Chile.
El Mandatario apuntó que esta negociación que derivó en el aumento a $500 mil pesos del salario mínimo fue “de más largo aliento” y que esta nueva propuesta de la CUT “por lo tanto, queda para el próximo año”. La visión del Jefe de Estado fue en general compartida por otras voces.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, la directora del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Lorena Flores, aseguró que, sí bien se debe analizar y discutir la idea, primero se debe implementar el nuevo sueldo mínimo. A su juicio, se debe “ir viendo cuáles podrían ser los efectos que tiene para bien y para mal”. “Porque tiene un efecto super bueno en términos del bienestar de aquellos que tienen trabajo, pero también en ciertas ocasiones se podrían producir algunos despidos”, reflexionó la experta.
“Ir subiendo un salario de a poco es bueno, justamente porque uno tiene que ir asegurando en un país que aquellos que estén ganando el mínimo puedan, por ejemplo, salir de la pobreza. Pero también creo que estos números es bueno tenerlos como una meta más a largo plazo”, sostuvo Lorena Flores al respecto.
La Máster en Estudios del Desarrollo de la University of New South de Gales reafirmó que primero “hay que preocuparse de implementar bien los $500 mil”. “Que aquellos empleadores que no lo estén pagando, lo empiecen a pagar. Que se produzcan las fiscalizaciones, todo lo que tiene que pasar cuando se sube el salario mínimo. Y luego de eso, ya el próximo año, quizás ponerse otra meta que no va a ser en un año, sino que va a ser en un par de años”, explicó Flores.
Las consideraciones de las Pymes
Para las Pymes, la entrada en vigencia de este nuevo sueldo mínimo, junto además con el factor de la Ley 40 Horas también conjugado, “no ha sido fácil” aseguran. No obstante, Humberto Solar, presidente de la Confederación Nacional de la Pequeña Industria y Artesanado de Chile (Conupia), aclara que no se oponen a este tipo de medidas. “Con una mirada de país, entendemos que también es útil y necesario que estos cambios se produzcan”, aseguró en conversación con nuestro medio.
No obstante lo anterior, el representante de Conupia señaló que para las Pymes, una eventual discusión de aumento del sueldo mínimo a $630 mil pesos debe darse con ciertas consideraciones. “Si bien es cierto que no podemos compararnos con lo que pagan grandes empresas, sin embargo, con las utilidades que tiene una pequeña empresa en concreto, reparte mejor en sueldos que cualquier otra gran empresa”, expresó en primera instancia.
“Le propusimos hace años atrás al Ministerio del Trabajo crear una comisión que se sentara a discutir, con cifras en la mano, lo que significan los sueldos de los trabajadores. Hasta el momento, cuando se han juntado, lo han hecho junto a la gran empresa y han dejado fuera a las empresas de menor tamaño”, denunció Solar.
En particular respecto a la propuesta de la CUT, Solar primero apuntó que “acordamos aumentos paulatinos con respecto al sueldo mínimo”. “Pero también es cierto, y creo que los dirigentes de la CUT tienen que darse cuenta, que tampoco hay que pronosticar en qué término va a estar la economía de aquí al fin del mandato del Presidente Boric”, enfatizó el presidente de Conupia.
Lorena Flores se suma a las consideraciones respecto a las Pymes, al indicar que “todos los años se negocia el sueldo mínimo (…) el punto es cuánto salta”. Por ello, remarca, “si uno se pone una meta de $600 mil, tiene que ser una meta más de largo plazo”.
“Hubo un tiempo en que se hizo los aumentos en dos momentos del tiempo, no solo junio, sino que junio y diciembre. Cosa que esto fuera de a poco y que las firmas pudieran ir absorbiendolo en su justa medida. Porque las Pymes son las que sufren aquí, la empresa grande en general no paga el salario mínimo”, complementó la experta.
Una arista no tan lejana
De la misma discusión, basada en las propuestas de la CUT, se desprende otra medida por la que se está pujando y que tiene impacto en el tema salarios y es el de la negociación ramal. En conversación con Radioanálisis, Recaredo Gálvez de Fundación Sol, explicó cómo se entrelaza este fortalecimiento a la negociación colectiva que busca la Central Unitaria de Trabajadores con los sueldos.
“Si observamos la distribución general de los ingresos en nuestro país, incluso si miramos solamente un nivel más exigente, que podrían ser aquellas empresas privadas de 200 y más trabajadores, no estamos en una situación que se escape demasiado de la realidad general”, partió señalando al respecto.
Tras ello, complementó indicando que: “Tenemos que la mitad de las y los trabajadores está rondando los $700 mil de ingreso líquido mensual (en el sector privado). Entonces esto ya nos da una idea de cuán importante es que existan niveles de negociación colectiva”.
“Donde realmente podamos tener una perspectiva más clara de las ganancias de un sector económico como tal. Y no solo estar encerrados en una negociación con su empresa que muchas veces corresponden a distintas otras empresas. Cuando la veamos a ese nivel productivo, vamos a poder identificar de manera más clara cuáles son los niveles de ganancia y acumulación que estas empresas pueden llevar a cabo versus cuál es la realidad salarial”, cerró Gálvez.
Fuente: Camilo Vega, Radio Universidad de Chile.