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10 Abril, 2011

Balance Estructural y Terremoto / Diario Estrategia

En nuestro país el presupuesto del sector público se elabora actualmente de acuerdo a la regla del balance estructural. En términos simples, esta regla implica los siguientes procedimientos: primero, se debe calcular los ingresos

En nuestro país el presupuesto del sector público se elabora actualmente de acuerdo a la regla del balance estructural. En términos simples, esta regla implica los siguientes procedimientos: primero, se debe calcular los ingresos estructurales para el año que se confecciona el presupuesto. Segundo, se aplica a este resultado la meta presupuestaria a alcanzar.

Originalmente la meta fue lograr un superávit estructural del 1% del PIB. Después fue un superávit estructural del 0,5% del PIB. Y, finalmente, la meta fue presupuesto estructural en equilibrio, es decir, ni déficit ni superávit estructural.

El balance estructural establece un gasto a-cíclico y los ingresos efectivos son procíclicos. Esta combinación determina que el balance estructural sea contracíclico, es decir, cuando los ingresos efectivos son mayores que los estructurales, se guarda o ahorra la diferencia, y cuando los ingresos efectivos son menores que los estructurales, los recursos para mantener el financiamiento del nivel de gasto para el período se extraen del F.E.E.S. 

Sin embargo, lo señalado anteriormente sería aceptable si la economía se desarrolla en forma normal, es decir, no ocurren fenómenos anormales importantes, como un terremoto, una crisis económica no anticipada, u otro desastre de la naturaleza. En ese caso, el balance estructural no sería lo suficiente contracíclico si se mantiene lo presupuestado originalmente. Por lo tanto, en forma extraordinaria sería necesario producir un gasto mayor no respetando la meta fiscal.

Por dicha razón, este instrumento debiera contar con una cláusula de escape para la meta cuando ocurran estos fenómenos graves, no anticipados en el presupuesto.  Así se evitarían discusiones que no tienen mucho sentido cuando las consecuencias de una catástrofe agobian a la población. A pesar que en Chile incurrimos en un déficit estructural debido a los efectos de una crisis mundial y de un terremoto, algunas personas continúan discutiendo si esto correspondía o no hacerlo. La verdad es que había que hacerlo. La cláusula de escape ayudaría a resolver estas situaciones.