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30 Enero, 2009

DESEMPLEO: SE NOS ACABA EL TIEMPO

El ajuste en el mercado laboral parece estar llegando antes de las vacaciones de verano

El ajuste en el mercado laboral parece estar llegando antes de las vacaciones de verano. Hay al menos cuatro datos de la encuesta de ocupación de la Universidad de Chile para Santiago para el mes de diciembre, publicada esta semana, que son claros indicadores de lo anterior.

Primero, el aumento de la tasa de desocupación de 8,9% a 9,6% en 12 meses. Debe notarse que esto pone fin al período de continuas disminuciones en la tasa de desempleo en los últimos 42 meses. 

Segundo, el alza sustantiva de la tasa de desocupación de los jefes de hogar entre 25 y 54 años, desde 4,5% a 6,9%. En un grupo que usualmente requiere trabajar y tiene bajo desempleo, es un claro indicador de ciclo recesivo en el mercado del trabajo.

Tercero, la pérdida neta de empleos de 1,4% en los últimos 12 meses. Nuevamente, se trata de un notorio quiebre en la tendencia de los últimos años. 

Cuarto, el estancamiento en el empleo asalariado. Hasta la encuesta anterior, el empleo dependiente creció más de lo que lo había hecho el empleo total. En diciembre, sin embargo, el crecimiento anual es 0%.

Es decir, podemos apreciar que el empleo parte cayendo fuertemente. Es claramente el inicio del ciclo contractivo en el mercado laboral. Luego del estancamiento, vendrá la caída en el empleo asalariado en los próximos meses. En efecto, a la fuerte caída en el empleo industrial y en la construcción, es probable que se produzca una caída en el sector comercio como producto del deterioro en la actividad de este sector.

¿Deberíamos reaccionar o esperar a ver el empeoramiento en los indicadores de empleo del INE? La encuesta de la Universidad de Chile tiene la virtud de anticipar a los datos del INE en los cambios de tendencia. Sólo a modo de ejemplo, la encuesta del INE demoró varios meses más que la Universidad de Chile en recoger el aumento en el desempleo en la crisis asiática. Esperar equivale a perder tiempo precioso, tal como ocurrió en la crisis asiática, cuando la autoridad inicialmente se manifestó incrédula de la magnitud del mayor desempleo y centró su atención en las diferencias metodológicas de las dos encuestas.

No corresponde, tampoco, considerar alarmista esta postura. Los cuatro indicadores mencionados anteriormente se encendieron, simultáneamente, al inicio de la crisis asiática. Hoy estamos mucho mejor preparados que entonces. También la magnitud del ajuste en la actividad ha sido, sin duda, menor. A la notable posición fiscal se ha sumado una sólida coordinación entre la política monetaria y la fiscal, además de un cuantioso paquete contracíclico.

Sólo un comentario. La Presidenta anunció que el proyecto de ley del subsidio a los ingresos para jóvenes entre 18 y 24 años estaría listo en los días siguientes. Este proyecto se requiere hoy. De estar en vigencia podría desincentivar los despidos de quienes son los primeros en la fila: los jóvenes. 

¿Esperamos a marzo, después de las vacaciones? Los despidos se están produciendo ahora y continuarán en las próximas semanas. En ese mes o cuando se termine el trámite legislativo podría ser muy tarde. ¿Sería factible que el Congreso suspenda sus vacaciones para darle despacho al proyecto que la Presidenta ha anunciado tener para los próximos días? Si así ocurriera, sería una gran demostración de servicio público, en un año en que muchos chilenos podrían perder el empleo. Sería el loable sacrificio de unos pocos (que, por lo demás, prestigiaría nuestra política) a cambio de mejorar las oportunidades de miles de compatriotas que usualmente van siempre al sacrificio.