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3 Marzo, 2008

J. Ramos: LAS INTERROGANTES DE JOSÉ DE GREGORIO

(La Tercera; 29/02/08) José de Gregorio ha asumido la presidencia del Banco Central en un momento de especial turbulencia e incertidumbre económica

(La Tercera; 29/02/08) José de Gregorio ha asumido la presidencia del Banco Central en un momento de especial turbulencia e incertidumbre económica. Debido a las heladas y al súbito aumento de los precios internacionales de los granos en 2007, por primera vez en años la inflación superó la meta, es más la réquete superó, cerrando el año en 7,8%. Por otro lado, las bolsas internacionales muestran un comportamiento errático, ya que la economía norteamericana está al borde de la recesión, con riesgo, aún acotado, de que su desaceleración se descontrolé y conduzca a una  crisis de envergadura internacional. Y el tipo de cambio ha caído fuertemente, poniendo en jaque a nuestras exportaciones no tradicionales, el motor de crecimiento de la economía chilena a mediano plazo.


Si bien la responsabilidad del Banco Central es fundamentalmente limitada a controlar la inflación, sería un desatino frenar la inflación menoscabando, sin más, el crecimiento económico, el empleo o las exportaciones. En efecto, subir la tasa de interés para controlar la inflación, cuando esta parece haber subido por fenómenos de escasez de oferta más que de excesos de demanda, arriesga frenar aún más nuestra modesta tasa de crecimiento económico. No subir la tasa, en cambio, arriesga que alzas de una vez – por fenómenos de oferta – eleven las expectativas inflacionarias y conduzcan a un espiral inflacionario, mucho más costoso de controlar.  A su vez, comprar dólares para elevar el tipo de cambio, apuntalaría a nuestro sector exportador, pero a expensas de mayor inflación. En definitiva, decisiones nada de fáciles, pues se contraponen objetivos, más aún en un escenario internacional incierto y complicado.


Por eso, leo con agrado que José de Gregorio enfrenta esta situación con un sano escepticismo, con interrogantes más que con respuestas fáciles. En efecto,  le pregunta a su equipo que explique el por qué del shock de oferta en los precios internacionales de los granos y las demás materias primas en el 2007 y por qué este repunte en la inflación mundial no se previó. A ello yo agregaría, ¿es esta alza en las materias primas de una sola vez, o se repetirá de nuevo este año? ¿Se mantendrán los precios a este nivel indefinidamente, o volverán a descender?


Además él pregunta ¿por qué las proyecciones inflacionarias fueron tan erradas? A principios de 2007, tanto el Banco Central como los analistas de la plaza preveían una inflación del orden de 3% y esta terminó el 2007 en 7,8%. Y tan solo 4 meses antes de fin de año, cuando la inflación ya aceleraba, el Banco Central aún preveía una inflación de “sólo” 5,5%.


 Buenas interrogantes. Yo le agregaría una más. Que expliquen por qué el crecimiento económico chileno fue tan modesto en 2006 y 2007, y que se prevé que va a desacelerar en 2008, pese a que nuestras principales exportaciones, no sólo cobre, gozan de precios de bonanza? ¿Rigideces laborales, impuestos altos, exceso de regulaciones? – pero teníamos las mismas antes de la bonanza de precios también. ¿No será nuestro modesto crecimiento otra muestra de profecía auto cumplida, que al esperar que mi mercado vaya a crecer 4-5% (pues leo que los demás sólo van a expandir su gasto 4-5%), yo expando mi gasto 4-5% por lo que crecemos 4-5%? ¿Pero si todos esperáramos crecer 6%, gastaríamos 6% más y creceríamos 6%? ¿Cómo elevar nuestras expectativas tan mediocres?


Interrogantes difíciles para tiempos complejos. Pero el que el Presidente del Banco Central se atreva a hacerlas es el mejor remedio para poder enfrentar con éxito los desafíos que vienen.