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(La Segunda 01/08/07) En los últimos días se ha señalado a través de diversos medios que las tarifas de los servicios de acceso a banda Ancha en Chile son inusualmente altas. Sin embargo, comparar estas tarifas a nivel internacional no es trivial. Por un lado, las características de los planes ofrecidos en cada país difieren, especialmente en cuanto a la velocidad o ancho de banda de los mismos. Por otro lado, el nivel de penetración de este servicio, el desarrollo de las redes y la lejanía geográfica con los países del primer mundo afectan los costos de dar este servicio en cada país, dificultando aún más las comparaciones de precios.

Para superar el primer problema señalado anteriormente, la Unión Europea utiliza dos criterios para comparar los precios de banda ancha. Primero, compara el precio mínimo en cada país, como un indicador del costo de ‘entrada’ a este mercado por parte de los usuarios. Segundo, compara el precio promedio por Mbps (mega bit por segundo) de velocidad de todos los planes ofrecidos como un indicador del precio promedio de la banda ancha en cada país.

Siguiendo esta metodología, al comparar las tarifas de banda ancha entre mayo y junio de 2006 de una muestra de 16 países de la región y la OECD, Chile ocupa la séptima posición  entre los países con menor costo mínimo de acceso a Banda Ancha. De hecho, Chile reporta la menor tarifa entre los países de la región después de México.

Si se comparan los precios promedio por velocidad para niveles de velocidad de bajada entre 1 Mbps y 4 Mbps, Chile presenta los precios más bajos de la región. Restringir la comparación entre aquellos planes que tienen una velocidad de bajada entre 1 Mbps y 4 Mbps tiene sentido ya que el precio por Mbps crece menos que proporcionalmente con la velocidad, por lo que al comparar planes con velocidades muy distintas se genera una diferencia que está más relacionada con la madurez del mercado (con el tiempo las velocidades tienden a aumentar) y las tecnologías existentes (fibra hasta el hogar) que con los precios que probablemente accede al servicio la mayoría de los cliente.

Esta evidencia indicaría que Chile está en una buena posición mundial respecto a los precios mínimos para acceder a banda ancha y, en cuanto al precio promedio por Mbps de ancho de banda, a nivel regional Chile se ubica usualmente dentro de los países con precios más bajos. A pesar de esto, es evidente que existe una brecha significativa entre los precios promedio de los países de la OECD y los de América Latina. Esto podría estar asociado al segundo problema señalado más arriba, las diferencias en las características económicas, geográficas y de desarrollo de cada país.

Como una forma de controlar por estos factores, se pueden aplicar técnicas estadísticas más sofisticadas para comparar las tarifas entre países. Aplicando estas técnicas a los mismos datos de precios de mayo-junio 2006, es posible concluir que los precios en Chile están muy cerca de lo esperado para su nivel de desarrollo, tamaño de población del país y su tasa de penetración de Banda Ancha.

En resumen, si bien es importante que la autoridad esté permanentemente preocupada por los precios de los distintos servicios de telecomunicaciones que se ofrecen en el país, las noticias más bien alarmistas respecto al precio del servicio de banda ancha en Chile que se han difundido recientemente no serían validadas por la información disponible.