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9 Noviembre, 2007

R. Bergoeing: MENOS CRECIMIENTO, ¿MENOS INFLACIÓN?

(La Tercera, 06/11/07) Se cayó el crecimiento, y también se cayó la inflación

(La Tercera, 06/11/07) Se cayó el crecimiento, y también se cayó la inflación. Lo primero es historia conocida, y lo segundo, probablemente transitorio. Durante septiembre crecimos 2,8% y cerramos el trimestre con un 3,8%. La inflación, por su parte, fue 0,3% en octubre y acumula 6,5% en 12 meses.


Ante el mejor escenario internacional en cuatro décadas, y con una base de comparación poco exigente, las proyecciones de actividad para 2007 eran optimistas. Parece, sin embargo, que estaremos creciendo en torno a nuestro potencial –cerca de 4,5%– antes de lo que suponíamos.


En cuanto a la inflación, hay más dudas. Si bien el 0,3% de ayer fue menor a lo esperado, esta alcanza hoy su mayor desviación con respecto a la meta desde que el Central es autónomo. Es cierto que el alto precio internacional de los combustibles y principalmente de algunos alimentos explica la totalidad del exceso inflacionario actual. Pero el Central no puede relajarse porque la teoría, la evidencia empírica y el sentido común, sugieren que pronto podríamos enfrentar presiones de costos domésticas y sostenidas. Primero, porque los salarios reales, que crecieron 1,8% por año desde 1998, lo han hecho sobre 3% recientemente. Y en buena hora, porque sólo con mayores salarios podemos financiar un mayor consumo permanente. Pero esta buena noticia en lo laboral, puede no serlo para la inflación si el Central rezaga la normalización de tasas. Los salarios explican 60% de los costos agregados de producción. Para que su expansión actual sea saludable, las tasas de interés deben aumentar, evitando un exceso de consumo por exceso de deuda. Segundo, porque la credibilidad del Central -reflejada en expectativas inflacionarias ancladas bajo 4%-, si se pierde, es difícil de recuperar. Por ello, el único camino es proseguir el aumento de las tasas. ¿Cuánto más? Otros 75 puntos base que ubiquen la tasa rectora real, al considerar la inflación esperada, en torno a 3%.


Así, y pese a que nuestros principales desafíos están en el ámbito micro, la macro sigue vigente, amenazando con llevarnos a un entorno dominado por la coyuntura. Esperemos que esto no ocurra para no desviar nuestra atención de lo esencial: crecer sostenidamente más.