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19 Mayo, 2008

R. Bergoeing: SÓLO SÉ QUE POCO SÉ

(La Tercera; 17/05/08) Que el futuro es incierto, es algo cierto

(La Tercera; 17/05/08) Que el futuro es incierto, es algo cierto. El IPoM de mayo, presentado esta semana por el Banco Central, lo reafirma. Los valores posibles para las principales variables macro y los escenarios de riesgo que los determinan configuran hoy proyecciones inusualmente inseguras para los próximos años. La recomendación es ser prudente, al endeudarse, al ahorrar y al invertir.


Para este año el instituto emisor espera un crecimiento entre 4 y 5% y una inflación de 4,7%. La probabilidad asociada a este rango de crecimiento es, según su propio modelo, sólo 20%. Además, existe un 25% de probabilidad de que incluso crezcamos bajo 3%. Esta misma es la probabilidad de que la inflación continúe sobre 4% durante los próximos dos años. Más allá de los números, quiero subrayar el alto nivel de incertidumbre que tienen las proyecciones económicas. Y en términos de la coyuntura actual, que esta incertidumbre es hoy incluso mayor que en el pasado reciente. Pero los riesgos no paran allí. El escenario central del Banco supone un crecimiento mundial todavía superior al promedio histórico, expectativas inflacionarias en Chile ancladas y tasas de interés similares a las actuales. Lamentablemente hay razones para el escepticismo. Preocupan la extensión al resto del mundo del menor crecimiento en Estados Unidos, la inflación al alza en los países desarrollados, la gradualidad con que se espera que nuestra inflación retorne al rango meta y el alto nivel de demanda vigente en Chile. La mirada del Central es, en este contexto, optimista.


Pero ante tanta incertidumbre, este IPoM ilumina en una dimensión relevante para la discusión de los últimos años. El informe representa el reconocimiento, desde la autoridad, del deterioro tendencial de nuestra economía. Primero, porque ubica nuestro crecimiento de largo plazo en un rango 4,5 a 5%, bajo el valor estimado por el comité de expertos que convoca el ministerio de Hacienda. Aunque mis estimaciones son incluso más pesimistas: sin un ciclo internacional expansivo como el enfrentado durante el último lustro, Chile crecería en promedio en torno a 3,8%.


En segundo lugar, porque sostiene que el desempleo actual, en torno a 7,5%, está en un rango coherente con la estabilidad de precios. Esto refuta la explicación cíclica ofrecida por el gobierno durante esta década para justificar el alto desempleo alcanzado, en comparación con el observado a mediados de los años 90. Ya no sólo los académicos y analistas reconocen un antes y un después de la crisis asiática para nuestra economía, el Banco Central también. Ahora sólo falta Hacienda.


Así, por la mayor incertidumbre y por el reconocimiento de una tendencia menor, discrepo del mensaje final del Central. Lo más probable es que este año crezcamos bajo 4%; y las tasas de interés podrían continuar subiendo, porque aunque la inflación se beneficie de nuestro estancamiento, los niveles actuales de gasto son insostenibles.


Con todo, los valores de las principales variables dicen hoy menos sobre el futuro que lo que acostumbraban. Las decisiones económicas deben incorporar esta mayor ignorancia. No estoy recomendando pasividad, sí cautela. Debemos asumir nuestra responsabilidad informándonos adecuadamente y meditar antes de actuar, para que lo que hoy parezca una buena decisión, no termine siendo un craso error.