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En estos días se vuelven a discutir modificaciones a la ya famosa ley del royalty minero. En ese contexto quisiera recordar brevemente la génesis de dicho cuerpo legal para que no se diga que nadie se los advirtió.

Como en todas estas ocasiones para la propuesta y aprobación de la ley se dieron muchas coincidencias. Entre otras, el escándalo que se destapó cuando en la compraventa de una conocida empresa minera entre capitalistas extranjeros, el precio acordado no daba cuenta de las perdidas que sistemáticamente esta mina había reportado en su historia,  eximiéndola por tanto de pago de impuesto en Chile. Por otra parte, la autoridad de ese entonces se encontraba con el problema de financiar el plan Auge y las arcas fiscales se habían debilitado por la entrada en vigencia de los acuerdos comerciales como también se veía poco factible subir impuestos tales como el IVA.

El argumento dado en esa ocasión era que el tributo a la extracción minera, que tuvo variados formatos durante su discusión y que terminó siendo una cosa muy diferente a un royalty, era que con los recursos recolectados se financiaría la ciencia y la innovación. Para eso se creó el Fondo de Innovación, FIC. Así, se buscaba que la explotación de un recurso no renovable financiara en parte la generación de un recurso fundamental para el Chile del siglo XXI, el conocimiento.

La aprobación relativamente rápida de la propuesta en el congreso se debió a que muchas de las afectadas eran empresas extranjeras, que parte de los recursos recolectados serían decididos y utilizados en el ámbito regional y aparecía impresentable negarse a cobrar por este tributo tal como se hacía en el resto del mundo minero. El tema de la invariabilidad fue un buen acicate. Curioso que es justamente este el que está al centro de la controversia actual.

Al respecto, dejen contarles que para la evaluación de proyectos mineros, hace un tiempo a la fecha se usan las denominadas opciones reales (real options). Este mecanismo evita que las grandes inversiones mineras sean vistas como indivisibles y que exista mecanismos de salida cuando las cosas no andan muy bien. Permite, entre otros beneficios, cubrirse ante eventos adversos incluidos los temas impositivos. Más aún, entre los académicos que mas han desarrollado estas herramientas a nivel internacional figuran varios chilenos.

Así, el tema de la invariabilidad hay que tomarlo en su justa medida. Recordemos que a diferencia del pasado, hoy tenemos mas poder de negociación con aquellos que desean aprovechar nuestros recursos naturales. Lo que no podemos perder de vista es su uso.

Demás está decir los grandes problemas que hoy enfrentamos con la productividad para poder seguir creciendo. La evidencia internacional nos muestra que la innovación, en su amplia acepción como creación de valor, constituye una llave fundamental para lograrlo. Y como he argumentado aquí muchas veces también como una sólida solución para nuestros problemas de distribución de las rentas.

Espero que en la discusión no se olvide la historia de este tributo, especialmente su objetivo original y que algunos argumentos que parecen intimidantes, en la realidad no lo sean tanto. Felices fiestas.