Columnas de Opinión
Agenda de Innovación / Diario Financiero
El día de ayer, el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad entregó al gobierno, representado por su Ministro de Economía, la agenda de Innovación y Competitividad 2010-2020. El documento recoge las diferentes miradas acerca de cómo acelerar el tranco en nuestro desarrollo para alcanzar los niveles de país avanzado hacia fines de esta década.
El documento plantea que la solución no sólo a los problemas que se observan en la productividad agregada del país sino que también sobre la alta dependencia que tenemos de una reducida canasta de exportaciones, de la gran falta de competencias tanto en nuestros gestores como trabajadores y también en la pésima distribución del ingreso que aún nos pena, pasa por promover una sistema productivo donde el conocimiento juegue un rol mas activo ¿ Pero de qué se trata esto de una economía basada en conocimiento ? Puras nueces o hay algo sustancioso detrás.
La idea central de todo esto es buscar, en forma activa, que la creación de valor sea el resultado de la incorporación de unidades incrementales de conocimiento. Es decir, que la sustentabilidad del crecimiento nacional no sólo sea el resultado de la posesión exclusiva de un recurso natural ni la captura de rentas por falta de competencia sino de los esfuerzos de todos por mejorar en forma rutinaria y constante lo que se hace o mejor aun, crear nuevos espacios, productos y servicios de calidad.
El Consejo propone que para logar este cambio se necesitan atacar muchos frentes al mismo tiempo y de allí el primer desafío pues el enfoque necesariamente debe ser sistémico. Partamos por la innovación empresarial. Todas las mediciones indican que los esfuerzos innovativos son muy marginales y esporádicos. Nuestra cultura isleña nos pasa la cuenta toda vez que la innovación es en esencia un proceso colectivo, basado en la confianza y la reciprocidad, que los frutos demoran en llegar y que las rentas se deben repartir entre varios. La creación de un ecosistema para la innovación que incluya herramientas de financiamiento expedito, promoviendo el emprendimiento y reemprendimiento, y los vínculos con los generadores de conocimiento son parte de las propuestas.
Lo segundo, es que necesitamos más conocimiento experto que nos ayude a dar estos saltos, y las universidades y la ciencia son claves en ello. Si el quehacer científico sigue enclaustrado en la torre de marfil, de muy buena calidad por lo demás, no avanzaremos mucho por este flanco. Se plantean un conjunto amplio de reformas al sistema universitario, incluido su financiamiento, que apunten a potenciar la denominada Tercera Misión Universitaria. Mucho que hacer aquí también.
Y finalmente lo temas educativos. El Consejo plantea que se deben superar los problemas que caracterizan al sistema de formación chileno relacionados con la desconexión de éste con los desafíos de la sociedad actual y las demandas del mundo productivo. Evidencia la desarticulación entre los distintos niveles formativos nacionales y de éstos con los esfuerzos de capacitación. Aquí hay propuestas muy interesantes. Se los dejo como desafío; vean la agenda. Viene recargada.
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